¿Inviertes en tus clientes o eso supone un gasto?
Regli Gómez
Fecha 17 febrero 2017
¿Inviertes en tus clientes? Parece una pregunta de perogrullada pero voy a demostrarte que es más importante de lo que piensas y que normalmente nos preocupamos por ellos menos de lo que creemos. Y es que, cada vez que se nos ocurre alguna mejora que les beneficie, no lo cuantificamos como prioridad, pasando por alto que se trata de una de las inversiones más rentables para todos. Vayamos al grano, con un ejemplo además de PYMES, que es el perfil de lector que tiene este blog, y además vivido en primera persona.
El pasado domingo, “celebré” el día de los enamorados en la Cantina Doñana, en Sanlúcar. Y lo hice allí porque almorcé semanas antes y el camarero (no sé si gerente) me INFORMÓ, que para ese día vendrían Mariachis ¡Oh! El año pasado me quedé sin sitio por no reservar y claro ¡Quería mi plaza! Me dijo además que no había menú cerrado y que los precios serían los de siempre, sin extra por ser una fecha señalada.
El día llegó y mi pareja y yo llegamos al sitio. Estaba decorado muy coqueto, sin gran cosa, pero con notable cariño. Tiras de corazones cruzaban la cantina y en cada mesa una velita roja y un corazón recortado a mano de purpurina ¡Con mi nombre! ¡Oh! Pero qué detalle que hayan invertido su tiempo en nosotros para identificar cada mesa, en una cena además que no iba por menú y podíamos consumir lo que nos apeteciese. (Eso que no nos toquen la libertad de elegir nos encanta a los clientes)
Luego llegaron ellos, los mariachis, que se acercaron a cada mesa por si queríamos alguna canción expresa. Yo, evidentemente pedí la mía, la cantaron para nosotros y viví (lo que más venden son las experiencias) uno de los momentos más románticos de mi relación con Raúl. Pero es que no acaba la cosa aquí, en cada mesa había un número, se sorteaba una noche de hotel y claro allí no se iba ni el tato hasta que no se destinara a alguien (lo que provocaba más consumo durante la espera).
Para finalizar, cuando ya no nos cabía ni un sólo alfiler y estábamos de tequila de fresa hasta la frente, llegaba el último detalle, una tartita de fresas en forma de corazón. Una pena porque ya no teníamos hambre, pero una alegría porque no dudaron en sacarnos un papel albal y nos la pusieron para llevar.
Imagínate cómo me fui de allí (además de borracha), feliz como una perdiz. Me habían ofrecido mucho más de lo de siempre al mismo precio aunque ellos habían invertido tiempo en elaborar la decoración, más dinero para pagar la noche de hotel, los mariachis y una tarta para cada pareja¿Entonces? ¿Qué ganan ellos? Está claro, mi corazón . Pero cuidado, el beneficio en euros no es tan rápido, que es lo que nos pierden siempre, las ganas. Pero es que: para recoger hay que sembrar, así que para ganar hay que invertir (tiempo y dinero):
Para recoger hay que sembrar, así que para ganar hay que invertir (tiempo y dinero)
- Fidelización: fue todo tan personal, que sentí que se preocupaban por mí y por tanto desde ya ellos ocupan un lugar en mi vida y mi corazón.
- Si antes iba una media de 1 vez cada dos meses, probablemente ahora cambie la periodicidad a más ocasiones, porque pasan a ser “de los preferidos”
- Recomendación: no hay mejor publicidad que un boca a boca y todos lo sabemos. Imagínate la cara de la gente a la que se lo he contado… ¡Ellos también quieren ir!
- Ya no soy su cliente, soy su fan y cuando eso sucede, no hay marcha atrás, así que asume este reto como la conversión más importante para tu negocio. Y si no lo crees, mira este vídeo: