Marketing para nutricionistas

Regli Gómez

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Llevo unos 15 años haciendo dietas y sigo odiando el metro y el peso. En todo este tiempo he descubierto muchas cosas, la más importante, es que , el sector que trabaja este asunto no está lo suficientemente preparado. Y hablo de nutricionistas, médicos y hasta “semicuranderos” que prometen pérdidas de peso milagrosas que luego vuelven en un cruel efecto rebote, que nos deja la autoestima a la altura de la suela del zapato.
Como público objetivo, incluso buyer persona y especialista en marketing tengo algunos consejos que darte si te dedicas a darlos a personas que quieren perder peso y no volver a cogerlo jamás.

  1. Conoce mi psicología. Si no te pones en mi lugar jamás podrás entenderme. Empatiza conmigo y con la mayoría de la gente que hace dieta. No tenemos unos kilos de más por ser irresponsables. Hay mucho más, hay una parte que tiene que ver con hábitos alimenticios e incluso con vacíos personales o automatismos que compensamos con la comida. Si no nos conoces volveremos a engordar en cuanto se pinche el globo de la motivación. Y parte de la responsabilidad la tienes tú, por ver sólo parte del ”problema” y vender que tienes solución completa.
  2. Sé profesional. Si quieres ayudarnos de verdad, que no vendernos papeles con dietas para lucrarte sin más, fórmate en todo, u ofrece más alternativas con profesionales amigos para darnos un servicio más integral, duradero y eficaz. Puedes incluso montar un gabinete con clases de cocina saludable, psicólogos, nutricionistas y formaciones propias para convertir una dieta caduca en un estilo de vida para siempre. Así estoy segura de que perdería peso y ganaría en calidad de vida.
  3. Ofréceme recetas apetitosas. De verdad, ya me harté de relacionar la dieta con pasar hambre o con comer plancha y verdura. Y los ojos no me los has abierto tú, sino Instagram y sus influencers en el tema que me generan gula con platos 100% saludables que aún no sé muy bien cómo encajar para tener la sensación de estar comiendo “bien” cuando he conseguido perder peso.
  4. Hazte expert@ en cocina. Una vez un nutricionista me dio mi hojita semanal por 15€ y recetas bajadas de internet porque, según me dijo, no sabía cocinar. Como entenderás, no volví. No puedes enseñarme a comer si tú no te relacionas de manera real con los alimentos.
  5. Cambia, por favor, cambia. Hace unos meses perdí peso con un médico con el que estuve hace 3 años. Estupefacta me quedé cuando me dio las mismas dietas que entonces ¿Qué por qué seguí? Porque el dinero es terapéutico y tener que ir a pesarme y pagar, ayudaba a mi fuerza de voluntad para entrar en el traje de novia. Intenté convencerme de que al ser médico era la mejor opción, pero no ha sido suficiente como para seguir mi camino hacia el cambio para conseguirlo.
  6. Trabaja tu marca personal. Predica con el ejemplo y usa tus redes sociales para fidelizar, es indispensable si quieres diferenciarte. Sube tus propias recetas y comidas, yo quiero ver qué haces para inspirame y ver que tú llevas la vida sana (healthy se dice ahora) a la que yo aspiro. Dame más consejos con vídeos, fotos e incluso un email marketing, que me ayuden en este camino y dale valor a tu servicio.

Como reflexión final quiero decir algo. La mayoría de las personas que se ponen a dieta no duran más de dos o tres meses de proceso ¿De verdad te conformas con eso? Tienes una misión importante y fascinante, tómatelo como un reto. Si algún día encuentro a alguien que cubra todas mis necesidades seré fiel para siempre yo, y toda la gente a la que represento. Piénsalo bien y ponte en nuestro lugar, seguro que tu servicio da un giro de 360 grados.
NOTA. Desde hace una semana y tras descubrir que la última dieta me dejó una secuela llamada anemia, tengo nuevo nutricionista con lista de espera. Espero, valga la redundancia, que merezca la pena para volver y contarte, que tu sector está cambiando (por fin)

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