422,15€, la triste baja por accidente de un autónomo
Regli Gómez
Fecha 21 abril 2021
No es por dinero, lo prometo, es por dignidad. Creí que había asumido que el empresario en España siempre tiene las de perder pero ¿Qué pasa cuando las reglas del juego son tan injustas que atentan contra tu dignidad? Ciertamente, después de ver cuáles son nuestras condiciones miserables me siento desamparada, y sola.
Sola porque en esta sociedad el pensamiento individualista, los más de tres millones de autónomos españoles estamos tan preocupados por nuestros negocios que no levantamos la vista para mirarnos a los ojos los unos a los otros y ver que somos muchos y que podríamos hacer presión ante tanta injusticia.
Pero un día vas por carretera para visitar a un cliente y… ¡Pum! te pegan un golpe y todo ese ritmo frenético que creías que no podías parar, se frena forzosamente en tu espalda. Duele, pero también aclara.
Porque ya estoy cansada y, de cansada triste de ver cómo somos víctimas de tanta injusticia cuando realmente somos la base económica del país. Somos necesarios y tenemos que aguantar muchas tropelías:
- No tienes el derecho de ponerte malo ni tener un accidente simple y llanamente porque no te lo puedes permitir. Mi baja por accidente laboral han sido 708,30€. Réstale los 286,14 € de autónomo. Así que “libres” se quedan 422,15€. Quítale agua, luz, teléfono, alquiler de oficina y lo que he dejado de facturar por estar en casa, recuperándome ¿Es justo esto? ¿Por qué nadie se queja? ¿Por qué nadie nos protege?
- Súmale hacerte un seguro de autónomos en BBVA Allianz por si alguna vez tuviese un accidente o me pusiese enferma, poder estar algo más “segura” y que cuando voy a usarlo, descubro que es una estafa y me deja con el culo al aire después de pagarlo religiosamente cuatro años. Injusticia tras injusticia, estoy harta.
- Solo por el hecho de ser empresarios ya somos unos explotadores porque claro, lo que conviene es enfrentar a trabajador y empleador cuando la puta realidad es que nos minan a impuestos, la seguridad social es prohibitiva y los convenios colectivos no están a nuestro alcance en la mayoría de las veces. Es muy complejo hacer rentable a un trabajador. La respuesta rápida es: pues si no te lo puedes permitir, no lo tengas. La inteligente es: mamones, bajad vuestra parte y podemos afrontar condiciones justas para todos pero queréis toda la parte del pastel para mantener a políticos que nunca han estado en el fango sudando cada día el jornal para llegar a casa.
- Derechos ¿Dónde están los nuestros? Me acaba de llegar una inspección de trabajo donde directamente se me dice “fraudulenta” y te tienes que digerir que te digan ladrona cuando son ellos quienes te dejan los bolsillos vacíos. En mi caso, para dar el paso, estaba esperando a que saliese alguna ayuda para poder hacer indefinida a mi trabajadora y tener el dinero guardado si en algún momento no tengo ingresos y tengo que despedirla. Pero la ayuda no ha llegado y el límite del contrato sí. Robáis vosotros y nosotros, los autónomos somos los que estamos continuamente bajo sospecha.
- Y claro, estamos obligados a darle una estabilidad al trabajador, e indemnizarles si se la rompemos con la paradoja de que nosotros no sabemos lo que es la estabilidad y renunciando al derecho de que nos indemnicen a nosotros porque ¿Y si dejan la empresa tras x tiempo conociendo ya sus funciones? ¿Por qué no nos indemnizan anosotros? ¿Quién nos paga ahora el tiempo de formación de un nuevo empleado o la estabilidad productiva que habríamos conseguido? Y prometo que esta lucha no es de clases, es de sistemas y también de igualdad.
Estoy cansada, estoy triste y estoy enfadada. ¿Cómo luchar contra este mastodonte que tenemos como sistema donde siempre nos toca perder? ¿Merece la pena todo este esfuerzo por mantener una empresa y crear trabajo y riqueza a cambio de patadas por todas partes?
Francamente no lo sé. Lo que sí tengo claro es que los autónomos somos unos héroes y que si hiciésemos piña, la cosa cambiaría. Ahí radica mi rayito de luz y mi hilo de esperanza.
Por favor, sumemos fuerza.