Nos conocimos de casualidad, saltó a mi vida literalmente con una pelota rota en la boca y siempre he creído en los flechazos. Me conquistó a primera vista con esos ojos brillantes y esa alegría en sus gestos. Me enamoré, era inevitable, como lo hice de Noa la primera vez que la vi, pero teniéndola a ella me es imposible llevarlo a casa.
Sin embargo me di permiso para quererle el ratito que iba a estar con él porque me despertó la alegría que dormitaba en mi vida que abusa del estrés. Precisamente, la fotógrafa Rocío y yo estábamos conociendo los perros que necesitan una adopción más urgente de la protectora Siempre Contigo en Rota así que…Flicky también es uno de ellos.
¿Por qué? ¿Por quéeeeeeee? Pues es relativamente sencillo, tiene 8 años y se considera “perro viejo”, y hasta para elegir ayudar nos puede el egoísmo así que hacemos la resta de posibles años que le quedan y las cuentas no nos salen. Pensamos equivocadamente que los perros bebés son más graciosos y nos terminamos de convencer pensando que cuantos más años tienen más nos vamos a gastar en veterinarios.
¿Injusto verdad?Así es la vida, y parece que Flicky lo tiene tan asumido que ha decidido ser feliz y jugar a la locura para contagiarla a quien pase por su vera. Y así, con su cuerpo con la señal del tiempo en la forma de sus huesos y esas canitas a lo George Clooney en el hocico juega sin parar y sin pensar que el resto de sus días los va a pasar en una perrera “sólo” con el cariño de los voluntarios que le sacan su cuerda para que de vueltas sobre sí cada vez que le toca salir al patio.
En mi caso, francamente he optado por la salida fácil a mi conciencia enternecida, ahora soy su madrina y aporto mensualmente una donación para su manenimiento, pero Flicky no quiere dinero, necesita regalar todo ese amor que ha guardado todo este tiempo de espera entre rejas, y por qué no decirlo, cariño, un compañero de juegos, besos mojados, alguien a quien acompañar y sobre todo el calor de una familia que le quiera incondicionalmente.
Mírale la cara y busca su alegría ¿A quién crees que puede venirle bien? Ojalá pudiese quedármelo pero en mis manos sólo está intentar encontrarle una familia así que me gustaría que este post rodara por las redes no sólo por Flicky sino por todos aquellos peluditos que pierden la oportunidad de ser adoptados por un número llamado edad.
POSDATA: Pronto la verdadera razón de la visita a la protectora Siempre Contigo: #Héroesdehoy