En la actualidad cada vez somos más los emprendedores que decidimos lanzarnos en solitario e iniciar un camino duro pero maravilloso. Construir tu marca personal es un trabajo transformacional porque parte desde tu yo más íntimo para llegar a tu versión más profesional. Después de redescubrirte hay que ser capaz de transmitirlo.
Es la nueva realidad empresarial e implica que, desde la elección del logotipo, hasta los muebles de una oficina, incluyendo el cómo te vistes para las reuniones, o las fotos y textos que subes a redes sociales, deben comunicar QUIÉN ERES, vendiendo verdad y coherencia, es decir, SER y no PARECER. De ahí la importancia de crear una marca y que seas tú porque, te aseguro que así te levantarás todas las mañanas entusiasmad@ con lo que haces sin sentir que llevas un disfraz para el trabajo y otro para tu vida (eso es agotador). Si quieres podemos construir tu marca entre los dos y que, cuando la mires, sientas que te estás viendo en el espejo.
Para empezar te propongo una cosa. Escribe tu propia historia. Tu marca es mucho más que un producto o un servicio eres tú y tu historia de amor. Y así como en las relaciones, cuando la amas de verdad, eres capaz de pasar a su lado momentos de todo tipo: dulces, románticos, pasionales y de rutina, pero también de crisis, de dudas, dificultades y de ratos en los que, si no fuese por un sentimiento puro, se tiraría la toalla. Cuantas más marcas trabajo, más consciente soy de que la parte dura es la que hace más verdadera y duradera cualquier historia de amor.
Si quieres que te proponga alguna actividad para autodescubrirte o que iniciemos junto la búsqueda de tu marca personal no dudes en escribirme. Me encantaría ayudar(te).