Vivir a mi Manera

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¿Cómo debe ser mi foto profesional?

¿Sabes una cosa? La cultura 3.0 lo está cambiando TODO a un ritmo de vértigo con sus consecuencias negativas y todas las positivas que puedes aprovechar cada día, ahora que tu imagen está constantemente en Internet, tu currículum también incluye lo que encuentran sobre ti en Google y redes sociales, por eso es importante que tu foto profesional se adapte a lo que buscas conseguir en cada momento. 
Empecemos por olvidar ya la foto en papel y también los clásicos y las “formalidades”. Ahora eres como una aguja en un pajar y para que se fijen en ti deberías destacar, y para eso intenta ser diferente, o mejor dicho: ser tú, sin complejos, sin miedos y conciente de tu potencial pero también de tus puntos débiles.
Por dónde iba ¡Ah! ¡Sí! La foto profesional ¡Oh!¡No! No puedes empezar la casa por el tejado, empecemos por los cimientos y lleguemos hasta el momento ¡pa-ta-ta!
1. Cuenta tu historia: pregúntate por qué eres filólogo, por qué tu proyecto tiene que ver con los pasteles o qué te hizo esforzare tanto. Cuando encuentres tu esencia (sólo entonces) tu proyecto y profesión tendrá más sentido que nunca. Y como los ejemplos funcionan aquí va el de Rocío, una fotógrafa con quien he trabajado su marca muy de cerca.
Cuando se planteó la posibilidad de un logotipo pensaba en la parcela estética (como suele ocurrir con la foto profesional) y comenzamos a charlar sobre su trayectoria, sus ilusiones, su vida, sus comienzos y… ¡zas! Llegó la idea. Un elefante ¡Dumbo! Ella que partía de sólo una inquietud pensó que esto de capturar momentos estaba muy lejos de sus posibilidades, y gracias (y no a pesar de) a esa utopía nacía un sueño con forma de Réflex que se convertía en la pluma del célebre orejón, un elemento que le daba seguridad para volar, que es lo que consiguió Rocío con su cámara.
2. Dibújala:  Ya te has contado tu historia y tienes claro qué parte te inspira más, ahora toca dibujarla. Supongo que tus amigos dibujan bien y te puede salir “gratis”, sin embargo a veces (muchas veces) lo barato no es profesional y hay muuuuuuchos diseñadores. Investiga, mira qué hacen y si te gusta. Elige a la persona que más se acerque a tus gustos y a tu idea para materializar tu cuento. ¿Lo más importante? Ese dibujo, que se convertirá en logotipo, imagotipo o ambos, tiene que gustarte a ti, tanto que cuando lo veas sientas que te miras al espejo para verte tú. Déjate llevar por el corazón mejor que por la razón y relativiza los consejos de los “expertos”. Te tiene que gustar a ti, y aunque yo tenía otro elefante en mi cabeza, a ella, la protagonista, le gustaba lo que ves en la foto. Y es que es suyo y no mío. Exige respeto por tus gustos.

3. ¿Es importante la ropa? sí, inclusive el peinado y los elementos que te acompañen, sin que resulten cargantes. Lo que nunca falla es una camisa blanca neutra, así parecerás formal, pero luego incluye en la composición algo que te defina mejor: unas gafas, un libro, una herramienta que suelas usar en el trabajo, el uniforme, un contexto de trabajo…. En el caso de Rocío elegimos un peto vaquero cómodo para hacer fotos y lejos de los uniformes negros que pasan desapercibidos, unos zapatos de brillantina y un pañuelo rosa, que le da el punto de dulzura de su historia y su elefante. Por supuestísimo no podía faltar su “pluma”, esa cámara que le ayuda a perder los miedos y volar.

4. Por fin la foto ¿Y cómo me pongo? Sobre todo cómod@, ríete, y refleja quién eres en tu profesión: un médico amable, un agente inmobiliario que quiere marcar la diferencia, un/a empresario/a cercano, una peluquera que destaca en tintes o recogidos. Ten claro quién eres y qué quieres comunicar a través de tu imagen, cada detalle cuenta. 


5. ¿Qué planos elijo? No puede faltar uno corto (pero no tipo carnet por favor) y bueno, dependiendo de la profesión tu imagen dará juego para diferentes entornos. Eso sí, ten en cuenta que las nuevas tecnologías también traen nuevos formatos y fórmulas. Pídele a tu fotógrafo o al asesor que hayas elegido tu marca personal (en este caso era yo) que tenga en cuenta dónde vas a tener las fotos: una tarjeta de visita, foto de perfil de redes, un perfil para la web o…una foto de portada de Facebook o twitter. Hay taaaaaaantas posibilidades como objetivos para tu proyecto. Aquí va un ejemplo y si miras la cabecera de mi web tienes otro.
 

6. ¿Cuándo me hago fotos nuevas? Intenta cambiar de imagen al menos una vez al año. Hace un tiempo, cuando te la hacías te servían para 10 años pero piensa en lo que cambias tú y todo lo que evoluciona tu proyecto en todo ese tiempo y por tanto tu imagen y lo que necesitas mostrar de ti.
Y bueno, si quieres algún consejo o recomendación sobre este tema o algún otro que te inquiete aquí debajo en la firma del post tienes mi correo electrónico, escríbeme por si puedo echarte un cable
¡Hasta la próxima!